jueves, 15 de agosto de 2013

¡Corre! ¡Corre y no te Detengas!

"... y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante..." (Heb 12:1) Meditaba en la carrera de la vida que Dios nos ha encomendado. He observado en mis años de servicio a personas que han corrido y corrido, con fuerzas, con energia ... pero al pasar del tiempo, por querer ser primeros, perdieron sus fuerzas a la mitad y su carrera se convirtio en un lento caminar, terminando en un arrastrarse por la vida sin ganas de llegar a la meta. He visto otros que sus ojos estaban en un premio terrenal ... corrian, pero su corazon estaba en el lugar equivocado, por lo que desfallecieron cuando miraron a otros que recibieron un premio mayor que ellos. Sin embargo, he visto corredores pacientes, que comienzan lento, pero en cada respirar de sus pulmones esta el aliento de vida de Dios que le grita, ¡No te detengas!¡Sigue con tus ojos puestos en el maestro! ¡El es tu recompensa! ... llegando cansados, casi desmayando, sin gota de fuerzas, con pies sangrantes, cuerpos magullados ... pero llegaron.

Mi amado que lees este escrito, solo recuerda esto: "estamos en un maraton, una carrera que continuara toda la vida. No trates de llegar primero, no trates de ser el primero, no pongas tus ojos en el premio de los demas ... simplemente corre, corre mirando a Jesus ... corre como si fuera el ultimo dia de tu vida." Que cuando llegue el dia glorioso de tu partida de esta tierra, puedas decir con tu ultimo aliento "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe." Esta carrera no es opcional, asi que correla dignamente, con pasion, siempre mirando a Aquel que corrio la carrera primero que nosotros, pero llego a la meta triunfante, aun cuando el triunfo fue la cruz. ¡Sigue corriendo, no te detengas!

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